Como os
prometí en esta entrada, aquí os traigo una técnica con algún ejemplo de material a usar, para
trabajar la adquisición de un hábito con vuestro hijo.
¿En qué consiste? Daremos puntos si el niño
realiza correctamente la conducta que hemos definido anteriormente, y al final
de la semana, estos puntos se canjean por reforzadores (recompensas). El
objetivo es que el niño adquiera un hábito adecuado. Para explicarlo mejor, aquí tenéis una serie de pasos que
podéis seguir y os ayudarán a que el niño adquiera ese hábito.
El primer paso es marcar las normas con los
niños, estos deben saber que se espera de ellos, y las consecuencias de su
conducta, tanto positivas como
negativas. Para eso, podemos coger una cartulina
grande, decorarla con ellos e ir poniendo las conductas adecuadas que queremos
trabajar. Es importante que ellos
trabajen este cartel con nosotros y que se comprometan a hacerlo.
El segundo paso es escribir en otro cartel
(podéis hacerlo como el anterior) las recompensas que el niño obtendrá si
realiza las conductas que hemos marcado anteriormente. Por supuesto, el niño
deberá estar enterado también de estas recompensas.
Sin embargo, de este punto hablaremos con más
detenimiento en la siguiente entrada. Ya que dedicaremos la semana a hablar
sobre los tipos de reforzadores, cómo usarlos…
Por último crearemos una tabla de registro
donde día a día usaremos unos gomets para saber si ha cumplido las conductas
marcadas.
Gomet verde: si ha realizado la conducta
Os dejo
un ejemplo de tabla de registro que podéis usar. Yo he puesto varias conductas
a trabajar, pero se puede hacer perfectamente con una, incluso si vemos que nos
va a costar que nuestro hijo consiga realizarla, mejor que nos centremos al
principio en una sola. Cuando queremos realizar tantas cosas a la vez, lo que
muchas veces conseguimos es todo lo contrario, no realizar ninguna.
Lo que
me gustaría resaltar es que el niño debe estar implicado en todo el proceso que
vamos a realizar:
- Diseño de las normas: el niño debe estar de acuerdo,
se debe razonar entre los dos el por qué debemos hacer esas conductas, y tiene
que comprometerse a realizarlas.
- Registro de los resultados: el niño será el que ponga los
gomets y valore su conducta del día, diciendo si debe mejorar y cómo.
Y no debemos olvidarnos de, si prometemos a
nuestro hijo que si consigue el objetivo el sábado iremos al parque, debemos
cumplirlo.
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